La presencia indígena en Costa Rica ha sido fechada cerca de hace 10 000 años antes de Cristo, esto basándose en evidencias arqueológicas, en especial el fechamiento de puntas de lanza que fueron empleadas por cazadores-recolectores que habitaron en otras partes de continente.
Inicialmente la forma de organización habría sido en bandas, de unos 20 o 30 individuos ligados por parentesco, y los cuales basaban su dieta en la recolección de plantas silvestres y la caza de animales grandes.
Cerca de 8000 mil a. C. con los cambios climáticos en el planeta, la mega fauna empezó a desaparecer- otro factor pudo ser la caza excesiva, la vegetación cambio; y así aparecieron otras ideas o forma de subsistencia, como por ejemplo los primeros cultivos. Estamos hablando de 7000 a. C., ya después de 5000 a.C. se dio la práctica incipiente de tubérculos y raíces, árboles frutales y palmas.
La adopción de la agricultura fue un proceso gradual, inicialmente constituyo una alternativa a la caza y recolección, pero que finalmente propicio una relación diferente con la naturaleza. Con la producción de alimentos se dan una serie de cambios que conducen a un nuevo modo de vida de las sociedades precolombina (Corrales, F. 2000).
Desde el 300 a.C. o -500 a.C., los pueblos comenzaron a cambiar su forma de organización, según varios autores la organización cacical. Esto significa la presencia de: jefes, caciques, líderes religiosos o chamanes, artesanos especialistas. Es importante no tomar esto como una regla única, ya que cada grupo o pueblo tiene sus características propias y su forma de asimilar este proceso distintamente.
Sobre este cambio podemos mencionar el crecimiento poblacional, relaciones con otras aldeas, la necesidad de organizarse distinto frente al crecimiento, frente a la acumulación de bienes, de producción, en fin es un tema a discusión.
Acerca la cosmovisión de estas sociedades cacicales
Los pueblos indígenas costarricenses de este período eran parte de una visión de mundo donde la relación naturaleza-hombre fue, y es aún, muy profunda y marco todas las esferas cotidianas. En todo el continente se compartía un tipo de cosmovisión similar, pero era vivida en cada pueblo de una forma singular.
Esta forma de pensamiento, como es el caso de los bribris, lleva al entendimiento de que el hombre es realmente parte de la naturaleza, y es primordialmente necesario el equilibrio en esta relación.

El tema de los patrones funerarios es bastante discutido en los artículos de arqueólogos y antropólogos, una patrón que llama la atención son los enterramientos en cerros con vista al mar, a las costas, especialmente en la Subregión Guanacaste. También las conocidas ofrendas funerarias, objetos que representaban el rango social de la persona en vida, piedras verdes que podían tener un significado mágico, religiosos.
Creían los indígenas en una vida más allá, luego de que los cuerpos dejar de palpitar, porque fue tan importante la muerte, los enterramientos…Otro tipo de enterramiento practicado también en la Subregión sur, llevaba consigo todo un ritual, dejar el cadáver descomponerse al aire libre, dejar que los animales coroñeros dejaran los huesos “limpios” y luego preparar los paquetes de huesos. Todo un ritual que era llevado a cabo por personas especializadas.
En la región Sur también encontramos la tradición de las ofrendas funerarias, cerámicas las piedras verdes, mazas de piedra, metates trípodes de panel colgantes se encontraron en otros entierros. Para la subregión Diquís se tienen registros arqueológicos de enterramientos dentro de las viviendas, y en lomas.


Corrales,F. 2000. Más de diez mil años de historia Precolombina. Editorial Universidad de CR.

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